La gran durabilidad de los frescos nos muestra el enorme valor de esta técnica pictorica y su durabilidad frente a otros procesos y técnicas.
Ars longa, Vita breve (nunca mejor dicho)
En el año 79 d. c., a las 10 h de la mañana del 24 de agosto, los ciudadanos de Pompeya se quedaron sepultados por una capa de varios metros de cenizas, piedra volcánica y lava. El Vesubio no había dado señales de vida desde que la ciudad fue fundada; tampoco hubo ninguna señal de que estuviara a punto de entrar en erupción y mucho menos que lo hiciera como lo hizo.
Después de aquello no había ninguna posibilidad de reconstrucción, la ceniza había solidificado, convirtiéndose en roca. No fue hasta 1748 cuando las ruinas redescubiertas -en especial algunos frescos interiores bien conservados- crearon sensación en toda Europa.
De aquí la gran durabilidad del arte al fresco y su gran valor. Ninguna otra pintura podría haber salido ilesa después de aquella devastadora erupción.
El panadero y su esposa (fresco de Pompeya) +
VIDEO PRESENTACIÓN ALT DECO
jueves, 14 de junio de 2012
lunes, 4 de junio de 2012
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